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- 1 When I was a puppy / Cuando era una cachorra
Posted by : Daniel Ubillús
Monday, May 26, 2014
---Español, debajo---
1: WHEN I WAS A PUPPY
When I
was a small puppy of just 2 months old, I had a neck contracture. For
some days I was walking around with my head a bit turned to the left.
Back then I was living with my three other sisters and many humans.
My human dad was one of the them, although he wasn't my dad yet (but
that's another story). So everytime one of them came back home, the
four of us ran to greet them. I was always the last one because I was
running with my neck problems. They said I was really cute and
irresistible running with my tongue out and my head turned to the
left. After some days, when they realized that it wasn't going away,
they took me to the vet. He said it was nothing to worry about, just
a small neck contracture. After taking the pills he had prescribed
me, I was well again. I had really liked when people looked at me
with their faces filled with compassion, had come to me and caressed
me, calling me a sweet little thing. That's why I decided to keep
turning my head on purpose. I didn't do it all the time, but they
took me to the vet again. He caught me. He said I was fine and that
was going to go away with time. Now, more than two years later I
sometimes still do it. I just like to do it, can't help it. I don't
feel any pain or have a neck contracture anymore. I just like when
people caress me and call me a sweet little thing.
1.-
CUANDO ERA UNA CACHORRA
Cuando
era una pequeña cachorra de apenas dos meses, tuve una contractura
en el cuello. Por unos cuantos días estuve andando con mi cabeza
girada un poco a la izquierda. Por aquel entonces, yo estaba viviendo
con mis otras tres hermanas y muchos humanos. Mi padre humano era uno
de ellos, aunque aún no era mi padre (pero esa es otra historia). De
modo que, siempre que alguno de ellos volvía a casa, nosotras cuatro
corríamos a saludarlo. Yo siempre llegaba última porque corría con
mis problemas de cuello. Ellos decían que me veía muy mona e
irresistible corriendo con la lengua afuera y la cabeza girada a la
izquierda. Después de unos días, cuando se dieron cuenta de que el
problema seguía, me llevaron al veterinario. Él dijo que no era
nada de qué preocuparse; simplemente una pequeña contractura
muscular en el cuello. Después de tomar las pastillas que el
veterinario me recetó, me sentí bien otra vez. Me había gustado mucho
cuando la gente me miraba con sus caras de compasión, venían hacia
mí y me acariciaban diciendo “Oh, qué cosa tan bonita”. Por eso
decidí seguir girando mi cabeza a propósito. No lo hice todo el
tiempo, pero me volvieron a llevar al veterinario. Él se dio cuenta
de que estaba mintiendo. Dijo que yo estaba bien y que, con el
tiempo, no lo haría más. Ahora, más de dos años después, a
veces, sigo girando mi cabeza a la izquierda. Simplemente me gusta
hacerlo, no puedo evitarlo. No me duele y no tengo ninguna
contractura. Solo me gusta cuando la gente me acaricia diciendo “Oh,
qué cosa tan bonita”.